El presente artículo analiza el impacto de la inteligencia artificial (IA) en los derechos fundamentales dentro de las relaciones laborales, en un contexto de creciente automatización, vigilancia digital y uso intensivo de datos personales. A partir de la hipótesis de que sin garantías de privacidad y ciberseguridad no es posible sostener condiciones laborales justas ni un mercado digital equitativo, se examinan los desafíos éticos y regulatorios que plantea la incorporación de tecnologías algorítmicas y neurotecnologías en el entorno de trabajo. Se estudian especialmente el Reglamento de Inteligencia Artificial (RIA) y el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, como marcos normativos clave que intentan equilibrar innovación y derechos humanos. Mediante una metodología cualitativa basada en análisis normativo, bibliográfico y estudio de casos, se evidencia la urgencia de establecer límites a prácticas como el reconocimiento emocional, la vigilancia biométrica masiva y las decisiones automatizadas opacas. El trabajo destaca la necesidad de reforzar la transparencia, la supervisión humana y el reconocimiento de un nuevo haz de protección en la órbita de los DDHH, los neuroderechos como dimensiones emergentes ante los nuevos riesgos derivados de la IA en el trabajo.