Una prueba concreta de la vigencia del multilateralismo y de la cooperación internacional:  los logros de la “IX Conferencia de las Naciones Unidas sobre Competencia y Protección del Consumidor” de la UNCTAD  (7 al 11 de julio de 2025)

Martina Lourdes Rojo*

La “Conferencia de las Naciones Unidas sobre Competencia y Protección del Consumidor” es organizada cada cinco años por la CNUCED (UNCTAD) y constituye la reunión multilateral de más alto nivel sobre defensa de la competencia y protección del consumidor.

En estas reuniones participan los representantes de los países miembros de la ONU, expertos académicos y líderes de organizaciones de la sociedad civil para analizar y debatir sobre los temas prioritarios de actualidad en defensa de la competencia y protección de los derechos de las personas consumidoras. El objetivo es delinear propuestas para avanzar en posibles soluciones concretas a los desafíos identificados.

Particularmente la reunión de este año fue de gran importancia porque se celebraban dos hitos: el 45° aniversario de la aprobación del Conjunto de principios y normas de las Naciones Unidas sobre la [1] y el 40° aniversario de la adopción de las Directrices de las Naciones Unidas para la protección del consumidor.

Las intensas sesiones de trabajo cubrieron cuestiones que están impactando profundamente en el consumo, las cadenas valor y la economía global y reunieron a personalidades provenientes de 98 países. Entre los temas trabajados se destacaron la transformación digital, las problemáticas que surgen en la aplicación transfronteriza de normas y estándares, la seguridad alimentaria, el impacto ambiental de la producción y del consumo, las restricciones a la competencia que afectan a la eficiencia y la equidad en los mercados y el control de los productos inseguros para los consumidores.

Histórico acuerdo mundial para la protección de la seguridad de los consumidores

Sobre el último punto señalado, la reunión de julio de 2025 marcó un hito histórico. Los delegados de los países participantes en la conferencia de julio de este año han decidido apoyar el proyecto de resolución que propone los “Principios de las Naciones Unidas para la Seguridad de los Productos de Consumo”.

Cuando se habla de productos inseguros se hace referencia a productos que no cumplen con las condiciones de seguridad necesarias para ser utilizados sin causar daño y también productos adulterados y falsificados. La seguridad de los productos debe garantizarse durante todo su ciclo temporal, desde el diseño, la producción y la distribución de productos nuevos, hasta el intercambio de productos usados.

En un mundo con mercados interconectados y cadenas de producción y comercialización en constante cambio, los productos inseguros representan una seria amenaza para los consumidores y graves riesgos para el comercio internacional. Y aun cuando existen sistemas de alertas de seguridad de productos en algunas regiones (como en Europa y en las Américas), los estudios muestran que solo el 44% de los estados miembros de la ONU poseen marcos legales claros sobre la seguridad de los productos.

La interdependencia de los mercados exige un acción coordinada y solidaria de los gobiernos a nivel transfronterizo. Pero también resulta necesario reconocer la responsabilidad de las empresas, las cuales deben dejar de lado el doble estándar de sólo respetar la seguridad de los productos en aquellas jurisdicciones en las cuales ella es exigida y no en otros países con normas menos estrictas o con menor poder de enforcement.

La seguridad de los productos en un derecho universal no es algo que pueda depender de dónde vive la persona consumidora. Asimismo, en términos de competencia, la seguridad de los productos refuerza el ejercicio de una competencia leal entre las empresas.

Po ello se deben exigir prácticas empresariales responsables que protejan a los consumidores, generando confianza en los mercados y evitando elevados y perniciosos costos sociales (como enfermedades, incidentes e incluso la muerte de muchas personas). Ello sin olvidar que la seguridad de los productos debe ir de la mano de la sostenibilidad.

La propuesta de resolución que contiene los “Principios de las Naciones Unidas para la Seguridad de los Productos de Consumo”[2] ha sido consensuada tras años de trabajo en el “Grupo Intergubernamental de Expertos en Derecho y Política de Protección del Consumidor” de la UNCTAD y será presentada a la Asamblea General de las Naciones Unidas para su adopción formal.

A este histórico acuerdo se sumaron como principales logros de la “IX Conferencia de las Naciones Unidas sobre Competencia y Protección del Consumidor” de la UNCTAD los siguientes:

– Una renovación del compromiso de los países miembros con los dos únicos instrumentos mundiales de soft-law en las temáticas señalados ut-supra.

– La promoción de desarrollos en la regulación de los mercados digitales y nuevas herramientas de investigación para una aplicación efectiva de la protección de la competencia.

– El fortalecimiento de las plataformas y redes regionales para mejorar la cooperación entre las autoridades nacionales de competencia.

– El llamamiento a un uso ético de la IA, subrayando la necesidad de cooperación global para gobernar y aprovechar los avances tecnológicos en beneficio de los consumidores.

– Un impulso a favor de sistemas alimentarios más justos a través de políticas de competencia que resguarden a los más vulnerables.

– El apoyo de las iniciativas de transiciones verde y de economía circular.

La conferencia celebrada días atrás marcó también una diferencia con una nueva Declaración sobre resolución y reparación de disputas transfronterizas, presentada por la República Dominicana y aprobada por consenso. En el documento se refleja el compromiso mundial de desarrollar mecanismos que permitan que los consumidores de todas partes de mundo puedan acceder a recursos de resolución de problemas simples y eficaces. Para hacer realidad esta visión se presentó la propuesta de una plataforma global de resolución de disputas en línea, de código abierto, diseñada para ser interoperable y amigable con el consumidor.

La conferencia concluyó con un renovado sentido de compromiso compartido y de cooperación entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y la academia sobre la base del reconocimiento que la apertura, equidad e inclusión en los mercados requieren esfuerzos constantes tanto de los países como de la comunidad internacional en su conjunto.

Ello implica identificar los desafíos y problemas a enfrentar, diseñar soluciones conjuntas y compartir buenas prácticas que aseguren que los consumidores estén empoderados y protegidos y que los mercados funcionen para todos, no solo para unos pocos poderosos.

En este sentido, la conferencia ayudó a fortalecer una protección más fuerte y coordinada de la competencia y del consumidor, resaltando iniciativas modelo para investigaciones conjuntas, intercambio de datos y capacitación institucional. También demostró el rol de la UNCTAD como instrumento de apoyo multilateral de la cooperación internacional.

[1] The United Nations set of principles on competition (The UN Set): https://unctad.org/topic/competition-and-consumer-protection/the-united-nations-set-of-principles-on-competition
[2] “Draft resolution on consumer product safety”: https://unctad.org/system/files/information-document/tdrbpconf10_draft-resolution-product-safety_en.pdf

*Martina Lourdes Rojo
Professor of Law (International Economic Law – Regulation of Markets), Facultad de Ciencias Jurídicas, Universidad del Salvador (Buenos Aires, Argentina).