Observatory on European Studies _ Reflexiones acerca de la integración regional y la participación de los administrados en el Mercosur a la luz del estudio Histórico de sus Estados y de la Historia de la Unión Europea
María Carolina Foronda*
Humberto Eco, en su libro “La búsqueda de la Lengua Perfecta”, refiere en el prefacio su intención de colaborar con la unión de Europa a través del estudio de su historia y lenguaje, “Una Europa de políglotas no es una Europa de personas que hablan con facilidad muchas lenguas, sino, en el mejor de los casos, de personas que pueden encontrarse hablando cada uno su propia lengua y entendiendo la del otro, que no sabrían hablar de manera fluida, pero que al entenderla, aunque fuera con dificultades, entenderían el «genio», el universo cultural que cada uno expresa cuando habla la lengua de sus antepasados y de su propia tradición”.
Observando un cuestionamiento que se realiza al Mercosur en torno a su legitimidad por carecer de efectos directos en los administrados puede realizarse un breve repaso histórico entre el bloque y la Unión Europea para intentar una mayor comprensión sobre el avance de los procesos de integración.
Recordemos los dichos de un referente de la Unión Europea, Jean Monnet en relación a los deseos de conformación de este bloque refería “Nosotros no aliamos Estados, nosotros unimos hombres … (reafirmando) la necesidad de crear ciudadanos europeos antes de crear a la Unión Europea …”.
Esto es, el anhelo de una integración vertical, que parta de la sociedad civil y alcance la esfera institucional; la esfera social puede observarse cada vez más presente en el Mercosur, a través de la posibilidad de elección de sus representantes en el Parlasur así como mediante el acceso a la información de carácter público que se observa plasmado en el Protocolo de Cooperación y Facilitación de Inversiones firmado recientemente en el marco del Bloque.
A poco que se estudian los orígenes de la Unión Europea, se observa que el punto de partida fue en un contexto de posguerra, con ciudadanos deseosos de paz, en una Europa devastada por la Guerra, que mostraba a la “unión de Estados” como el modo necesario para superar sus consecuencias y la recuperación paulatina en términos económicos pero también de pertenencia, de valores y de organización de pensamientos radicales.
En 1952 se constituye la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, cuyas bases eran por un lado económicas, dado que tenía por objeto la organización del mercado de esos productos y también sociales, con participación ciudadana ya que preveía, además de una Alta Autoridad, un Comité Consultivo formado por los representantes de productores, consumidores y comerciantes. Esta Comunidad también contaba con una Asamblea Común, que fue el origen del posterior Parlamento Europeo; su relevancia radica en que sus miembros comenzaron a ser elegidos en 1979 por Sufragio Universal, brindando participación directa a los ciudadanos.
Efectivamente ambos aspectos referidos ut supra sobre la Unión Europea: por un lado ”la necesidad” en su origen y por otro la “participación de los ciudadanos”, constituyen pilares que le brindan legitimidad, permitiendo no sólo la creación de leyes, sino la aplicación efectiva a sus destinatarios. Su carácter de órgano supranacional está legitimado por ellos, permitiendo que las normas, inclusive normas de comercio internacional, que emanan de sus órganos, sean de aplicación y cumplimiento inmediato y obligatorio.
Por su parte, en relación al Mercosur, si bien el Tratado de Asunción que lo constituye fue firmado en el año 1991, el Parlasur, su Parlamento, fue constituido recién en el año 2006 como sustituto de la Comisión Parlamentaria Conjunta; es el órgano representativo de los intereses de los ciudadanos de los Estados Parte, siendo su representación directa. No obstante, dada la falta de incorporación de esa disposición por todos los Estados del Bloque, tal representación no es actualmente ejercida por todos los Estados.
En lo que respecta a la historia de los países del Mercosur, especialmente entre Argentina y Brasil, también puede realizarse un análisis histórico que abarque el concepto de participación ciudadana, la idea de libertad o de igualdad y su relación socio-política.
La colonización europea en América trajo aparejados cambios radicales en los pueblos originarios y en la organización que hasta allí se conocía, así como una secuencia de luchas y batallas lideradas por distintos sectores en el transcurso de los siglos; aún luego de cuatro siglos, continuaban las luchas para establecer quién detentaba finalmente el poder, ahora encabezado por sectores políticos y sociales que fueron floreciendo en este extenso período.
Mientras que la Argentina del Virreinato del Río de la Plata, se organizaba social y políticamente para lo que más tarde sería su independencia, con marcada influencia de los principios de la Revolución Francesa, Portugal aún mantenía una postura colonialista dentro de América.
Luego de la Revolución de Mayo, en 1810, la disputas entre Federales y Unitarios en Argentina, pero también entre Blancos y Colorados en la Banda Oriental, dieron lugar a diversas confrontaciones en la región, tanto en el interior de cada país, como hacia el exterior.
También en el Imperio de Brasil, pudo observarse resistencia al imperialismo centralizado por parte de ciertos sectores en Río de Janeiro, por ejemplo, en 1831, considerados la versión brasileña de los “sans culottes”, artesanos comerciantes que contaban con el apoyo de médicos, abogados y otros profesionales urbanos y de esclavos libres que no se identificaban con las elites de la época, ello derivó en la posterior Independencia del Brasil; aunque el debate sobre el Republicanismo llegara más tarde dado que recién se pasó del Imperio a la República en el año 1889, tal como refiere el Dr. Luis Carta Winter “La proclamación de la República sólo ocurrió debido al debilitamiento de la monarquía frente a la cuestión religiosa y militar”.
Tanto monárquicos como republicanos se desarrollaron e intentaron prevalecer en la región desde la época de la conquista, colonización hasta la independencia; en especial en los países del Mercosur a los que nos hemos referido, librando batallas internas y exteriores a lo largo de los años e intentando permanecer en el poder político.
Los datos son curiosos y permiten observar la importancia de comprender el proceso histórico y evolutivo de cada sociedad, en términos sociales y políticos que pueden repercutir en el proceso de integración regional y colaborar en soluciones para su continuidad en los asuntos de los administrados que así lo requieran.
Los vestigios de este dilema, Imperio - República, en términos del concepto de libertad, representación y de integración son, en definitiva, las bases sociales sobre las que se encuentran constituidos estos países, abriendo un estudio profundo sobre las relaciones entre sí, de integración y sobre el origen de las disposiciones jurídicas que los rigen.
*María Carolina Foronda
Maestría en Derecho Internacional Privado. Feldstein de Cárdenas, Sara L., Finalizando tesis, Tema: Contratos en el Mercosur. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires.
Abogada, 2005 a 2009. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales - Universidad de Buenos Aires.